Aristóteles definió tres grandes reinos en la naturaleza: el reino animal, el reino vegetal y el reino mineral. Se llaman minerales aquellos elementos o compuestos inorgánicos que se han formado por procesos geológicos. Estas sustancias son tan importantes para la vida como el agua. Dentro de los seres vivos existen muchos minerales, como el calcio, el hierro, el sodio y el fósforo. Pero el agua constituye el 70% del cuerpo humano.

Los tres elementos más abundantes del planeta son el oxígeno, el silicio y el aluminio. Con el silicio se fabrica gran parte de las piezas de una computadora. En California, la zona que concentra numerosas empresas de informática y electrónica es conocida como Silicon Valley (valle del Silicio). El aluminio es utilizado para las puertas y ventanas de una casa, o incluso para fabricar autos y aviones. Curiosamente, el oxígeno no se puede extraer de las minas como los minerales, pero a la larga termina siendo el elemento más necesario para sobrevivir en sus profundidades.

En Brasil existe la mina más profunda del planeta: un complejo laberinto de túneles y galerías que ingresa en las entrañas de la Tierra hasta alcanzar tres kilómetros. La finalidad es extraer oro. La temperatura en lo más profundo de la mina alcanza los 57 ºC, la humedad es de 100% y la cantidad de oxígeno es menor de 18%. Si estas condiciones se reprodujeran en una habitación, la sola acción de conversar podría transformarse en una ­tarea titánica. El minero no se dedica a conversar, sino a picar la piedra una y otra vez, buscando el preciado metal.

Cuando el hombre se enfrenta a la Tierra, esta puede reaccionar de formas imprevisibles. Las explosiones por gases a presión, los derrumbes rocosos y las emanaciones tóxicas son un peligro constante para los mineros. Por ello deben construir vías de escape rápidas, cuidar la ventilación de las minas y conocer los minerales que manipulan. Respirar los gases que se desprenden en las minas de carbón durante algunos minutos puede ser letal. Las antiparras, el tanque de oxígeno y el casco linterna son parte del equipo obligado del minero.

De todos modos, el precio que se paga por la explotación minera siempre es alto. La principal exportación de Bolivia es el estaño, mineral muy preciado para fabricar pasta de dientes. Hasta la década del setenta, el promedio de vida de un minero boliviano era de 30 años. En el Lejano Oeste, en los primeros 50 años del siglo xix, muchos hombres perdieron su vida buscando oro, en la época denominada con justicia fiebre del oro.

Hoy en día las cosas no han cambiado mucho. Siempre hay sustancias, minerales o no, que le hacen perder la cabeza al hombre. El caso del petróleo (en latín, ‘aceite de roca’, compuesto de fósiles animales, especialmente algas prehistóricas) es uno de ellos. Desde que en 1973 ocurrió la primera crisis mundial del petróleo, diversas guerras y millares de hombres han muerto a causa del oro negro.