Notamos el ingenio en una persona cuando hace cosas semejantes a las siguientes: 1. Contesta con agudeza y rapidez a un comentario. 2. Encuentra la pronta solución a un rompecabezas. 3. Plantea una clave impensada y oportuna a un dilema. 4. Hace una riquísima comida con pocos ingredientes y en un santiamén. 5. Cuenta una anécdota graciosísima, aprovechando las pausas y los silencios como elementos para crear suspenso, con talento cautivante.

El ingenio es la capacidad que una persona tiene para imaginar o generar cosas útiles, combinando inteligentemente los conocimientos y los medios técnicos que tiene al alcance.

La etimología en inglés del término ingeniería data del año 1325, cuando un engineer (el que opera un engine, es decir, un motor o máquina) era el constructor de máquinas militares. Mucho tiempo después se llamó ingenieros a los hombres que operaban las primeras ­máquinas a vapor, que James Watt patentó hacia 1784 en ­Inglaterra. Engine viene del inglés medieval enginour, que deriva del latín ingenium: algo que se mueve por sí solo. Ingenium es engendrar, producir, generar, diseñar y, también, depositar en los descubrimientos el genio.

A fines del siglo xviii y a principios del xix, con la Revolución Industrial, surgió la figura del ingeniero tal como la conocemos ahora. Este ingeniero debía enfrentar las exigencias que trajo consigo la invención de las máquinas. El conocimiento científico, la aplicación de la matemática y las investigaciones de laboratorio se transformaron en sus principales herramientas de trabajo.

El ingeniero siempre ha sido el hombre de la máquina. Observa el universo y ve un reloj, un mecanismo que desentraña el mundo, que lo garantiza, que lo hace más seguro, funcional y previsible. El ingeniero, dueño de un conjunto de conocimientos y técnicas científicas aplicadas a la resolución de problemas, usa la incertidumbre como herramienta de investigación para hacer realidad una idea. El ingeniero debe ser muy responsable, porque las cosas (una computadora, un puente, un radar, un sistema robótico de aterrizaje de aviones, un control remoto, un alimento dietético, un submarino, un satélite) no solo tienen que funcionar, sino también no poner en riesgo nada ni a nadie, y cuidar los impactos ambientales de los procesos y productos que desarrolle.

Gracias a la ingeniería, la electricidad y el agua potable se extendieron a todo el mundo; los sistemas de intercambio de información (la telefonía satelital, la televisión digital, Internet, las herramientas informáticas) se desarrollaron a una escala y en niveles insospechados; en todo el planeta se multiplicaron vastísimas redes de carreteras; se exploró el Sistema Solar y más allá; las tecnologías de climatización permitieron que los alimentos y las medicinas se refrigeren y se conserven adecuadamente; se lograron grandes innovaciones en tecnología nuclear, de alcances muy importantes; se hicieron enormes avances en la ciencia médica, en la astronomía, en la química, y en un etcétera tan voluminoso que todas las páginas de este libro no serían suficientes para detallarlo.