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Brasil: el modelo desarrollista 1955-1964 / Brasil

Ficha

Durante el siglo XX Brasil vivió un proceso de transformación profunda. A mediados de la década de 1950 llegó al gobierno Juscelino Kubitschek, que intensificó el impulso de la industrialización promovido por el presidente anterior, Getulio Vargas. Kubitschek se inspiraba en la teoría de varios economistas desarrollistas latinoamericanos que planteaban que la industrialización tenía que contar con el respaldo del Estado y que ese era el único camino para el desarrollo del continente.

En el transcurso del siglo XX, Brasil vivió una profunda transformación: la población pasó de 17,4 millones de habitantes en 1901 a casi 170 millones en 2000, uno de los procesos de crecimiento demográfico más veloces del planeta. También tuvo un rápido proceso de urbanización: en 1950 la población rural alcanzaba casi el 70% y hoy es poco más del 20%.

A lo largo de la primera mitad del siglo XX se reconocen dos etapas principales en la vida política del país: la República Velha (República Vieja) en la que se afirmó el modelo agroexportador, y el período dominado por Getulio Vargas, caracterizado por el populismo. Luego de la caída de Vargas en 1955, llegó al gobierno Juscelino Kubitschek, un político originario del estado de Minas Gerais. Kubitschek propuso un plan de metas para su gobierno, que consolidó el modelo desarrollista.

El desarrollismo es una teoría de análisis del desarrollo económico que tuvo su expresión política en varios países de América Latina, pero en Brasil fue donde se lo practicó más. Para los teóricos desarrollistas, el desarrollo económico de América Latina estaba impedido por el esquema internacional que la ubicaba como periferia agroexportadora y esa situación solo podía aumentar la distancia entre países desarrollados y no desarrollados. Para que los países latinoamericanos se industrializaran era fundamental la intervención del Estado. El modelo promovido por Kubitschek se inspiraba en esa teoría y supuso un fuerte impulso a la industria en Brasil de la mano de un Estado intervencionista. De ese modo Kubitschek continuaba la política de Getulio Vargas.

El símbolo máximo de la política desarrollista de Kubitschek fue la fundación, en medio de la nada, de una ciudad modelo de la modernidad como nueva capital de Brasil: Brasilia.